Ava Petrova
— ¿Estás lista?— Preguntó negue, ella sonrió — Estás hermosa
Asentí ella giro la silla lentamente cerré los ojos cuando sentí que se detuvo los abri.
Oh por Dios!!
Sentía que la mujer que estaba en el espejo frente a mí no era yo aunque sabía que sí lo era me sentía tan diferente tan extraña pero tan, tan hermosa.
Mi cabello estaba justo como lo había pedido semi recogido con leves ondas que hacía verse mi cabello un poco más corto pero hermoso, mi maquillaje resaltaba mis ojos claros e incluso la chica había imitado mis pecas mis labios era lo que más resaltaban además de mis ojos mis mejillas estaban levemente roja la verdad es que la combinación de absolutamente todo me hacía sentir demasiado hermosa
— Como te sientes?— Preguntó la maquilladora.— ¿Te gusta cómo te ves? ¿Quieres que te cambie algo?
— Te juro que me encanta lo que hiciste conmigo hiciste exactamente lo que quería muchísimas gracias— aparte la mirada del espejo y la miré a ella tenía una pequeña sonrisa