Matrimonio por contrato: amor falso
Matrimonio por contrato: amor falso
Por: Paulina W
Descubrir la traición.

CAPÍTULO 1.

Nicole Leblanc entro el departamento de su novio profundamente emocionada, llevaba un regalo en la mano, hoy estaba dispuesta a sorprenderlo.

Tan pronto como se acercó, los jadeos y gemidos en la habitación detuvieron sus pasos. Ella se acercó despacio y escuchó a través de la puerta.

―Daniel… ¿Cuándo le dirás a mi hermana sobre nosotros?

La voz de la mujer resultó muy familiar para Nicole, y al conocer a la dueña de esa voz, quedó petrificada. Con lentitud empujo suavemente la puerta y, con incredulidad, miro a dos personas acostadas en la cama.

Una de ellas… es su hermana gemela, Aspen.

Su corazón se contrajo y por un momento le fue difícil respirar. Estas dos personas, una es su hermana de sangre y la otra, es su novio de toda la vida.

―Daniel, sabes que te amo, ¿verdad?

―Lo sé.

El hombre sonrió a la chica y bajo su cabeza para tomar sus labios nuevamente.

Las dos personas siguieron disfrutando del placer, sin saber que estaban siendo observados por otra persona. Nicole de repente no pudo soportar tal situación, empujo la puerta con fuerza y enfrento a los amantes.

Las dos personas abrieron los ojos con sorpresa, Nicole se acercó a la cama y empujo a Daniel, para luego mirar a su hermana con dolor e ira.

Aspen, quien estaba sorprendida, miro a su hermana y susurro asustada.

―Nicole… hermana…

Daniel, en cuanto vio a Nicole, rápidamente tiro de la sabana para cubrir su desnudes, miro entre las dos hermanas y su expresión se congeló.

―Nicole, yo… déjame explicarte.

Nicole quería mandarlo al diablo, pero en este momento las palabras no lograban salir. El dolor de saber que su hermana y su novio la habían estado engañando, la domino por completo.

Sus piernas parecieron tener conciencia de sí misma, retrocedieron y se dieron la vuelta para escapar del lugar. Salió corriendo del departamento, corrió hacia la calle, desesperada, no pudo evitar dejar que sus lágrimas se derramaran. Corrió sin saber a dónde iba, cuando finalmente se detuvo, se derrumbó en el suelo y dejo que las lágrimas cayeran sin control.

Al llegar a la parada de autobuses, un Maserati se detuvo a su lado, el hombre tenía una risita en sus labios. Nicole estaba asustada y asqueada, así que corrió hacia el autobús antes de que se atreviera a bajar del auto. Mientras corría su corazón estaba a punto de salirse de su pecho.

No tenía otro sitio a donde ir, así que tuvo que volver a casa de Lola, otra vez.

Estaba sola en el pequeño salón y miro a su alrededor. Incluso el pequeño departamento de 70 metros cuadrados le hacía sentirse vacía.

Al pensar en Daniel, Aspen y todos los miembros de la familia Leblanc, su rabia era como un incendio ardiente que le quemaba los pulmones y, por último, ni siquiera supo cuándo se quedó dormida.

Sus sueños la llevaron a través del tiempo.

Estaba en el jardín con su hermana, cazando mariposas con su vestido blanco, jugando y riendo. Cuando se cayó y lastimo su rodilla, Daniel, cuatro años mayor que ella, corrió inmediatamente a levantarla y consolarla.

En aquel momento, describió su voz como el sonido más hermoso que nunca olvidaría.

Daniel…

Aspen rompió a llorar de repente y levanto las manos, llena de sangre a causa de las espinas de las rosas, Nicole miro el rostro de Daniel mirar a su hermana con una mirada compasiva.

Entonces él, la bajo inmediatamente para ayudar a Aspen, ignorándola por mucho que lo llamara.

―¡Nicole, Nicole, despierta, despierta!

De repente, oyó la voz de Lola y abrió los ojos bruscamente.

―Si quieres a Daniel, ve a buscarlo, ¿Por qué lloras? ―en cuanto se despertó, Lola la miraba con curiosidad.

Han sido compañeras de cuarto durante cinco años y, probablemente porque eran muy amigas, su amistad había crecido y se hablaban de casi todo. Desde la ceremonia de graduación, Nicole se había ido a vivir con su prometido y le sorprendió verla en ese momento en casa. Pero lo que más la sorprendió fue que estaba llorando.

Nicole, rápidamente se secó las lágrimas y le dio una sonrisa rápida ―No pensé que volverías hoy.

La mirada de la amiga era aguda y se dio cuenta de que Nicole le estaba ocultando algo, además, sus ojos estaban rojos. Por lo que estaba segura de que algo había pasado.

― ¿Qué sucedió? ¡Si me entero de que Daniel te lastimo, será lo último que haga en su vida!

Lola era una joven impetuosa y acribillo a Nicole con una serie de preguntas. Nicole conocía los alcances de Lola y también estaba el hecho de que tendría que vivir aquí, así que no podía ocultar nada.

Así que rápidamente, le hablo de Aspen y Daniel, y de las malas intenciones de su madrastra.

Al final de la historia, Lola se enfureció, cogió un cuchillo y se dispuso a salir-

―¡Voy a matar a esa zorra!

Nicole la abrazo por detrás y no la dejo salir.

―Por favor, no vale la pena.

―¿Cómo dices eso? ¿Quién podría soportar un golpe así? Fuiste traicionada doblemente. ¡Espero, que Daniel no vuelva a tener una erección en su vida!

Lola estaba tan enfadada que no paraba de maldecir.

―Aspen es la única en el mundo que podría hacer algo tan sucio, como robarle el hombre a su hermana. Lo que es aún más repugnante es que Daniel, que es una persona decente y que supuestamente ha estado enamorado de ti todos estos años, no haya sido capaz de resistir la tentación y haya sido seducido por esa zorra hipócrita.

Lola se sirvió un poco de agua para tratar de calmar su cólera.

Después de expresar su enojo, Lola se sintió mejor y se volvió para consolar a su amiga ―No te preocupes, me tienes a mí, ¿de acuerdo? Además, con tu belleza puedes tener al hombre que quieras, no estés triste por esa escoria.

Nicole intentó esbozar una sonrisa ―Ahora lo más importante, es que necesito encontrar trabajo.

Lola frunció las cejas confundida ―¿No fuiste a la entrevista en el grupo Continental?

Nicole bajo la mirada y Lola se dio cuenta inmediatamente de que toda esta situación la afectaba más de lo que se imaginaba.

―No te rindas, eres inteligente, hermosa, estoy segura de que conseguirás el puesto. Eres la mejor diseñadora que conozco.

Nicole estuvo de acuerdo e inmediatamente ajusto su estado de ánimo.

Lola la tomo de la mano y la llevo a rastra a su habitación. ―Dicen que las penas se sobrellevan mejor con un poco de alcohol. ―Abrió el armario y saco un sexi vestido plateado.

Nicole no estaba de ánimos para salir, así que negó con la cabeza y dijo que dormiría temprano. Pero Lola era persistente, así que una hora más tarde, ambas subían a un taxi que las llevaría a uno de los clubes más exclusivo de la ciudad.

’Black Rose’ es uno de los clubes nocturnos más selectos de la ciudad. Sus instalaciones son de primera categoría y el área VIP solo está disponible para los clientes miembros del club.

Lola ya había estado en el club varias veces, y tras arrastrar a Nicole hasta unas escaleras que daban a un salón VIP, se sentó en el sofá con una pose muy relajada. Ambas bebieron y hablaron de lo cruel que es el amor, después de unos cuantos Cosmopolitan, la sobriedad de ambas se perdía lentamente. En ese momento, Lola sintió una urgente necesidad de ir al baño, lo cual era comprensible después de haber bebido tanto. Le dijo a Nicole que esperara y salió deprisa.

Al cabo de un rato, una voz masculina y magnética resonó en la otra habitación.

El hombre dijo fríamente ―Vete, quiero estar solo.

Aiden no deja de pensar en Sisi. Después de tanto tiempo juntos, hoy finalmente ambos tendrían su primera noche juntos, ella es la mujer que quiere y que su madre no la acepte, no hace la diferencia.

―Nena, no necesitamos tus servicios esta noche. ― otra persona habló desde el mismo lugar.

Al cabo de un rato se hizo el silencio absoluto.

Nicole trataba de escuchar la conversación, pero terminó más rápidamente de lo que esperaba. Poco después un olor a humo se percibía desde el otro lado de la habitación. Nicole no pudo evitar fruncir la nariz, dudo un momento, se levantó y se acercó con cautela. La puerta estaba entreabierta, se asomó un poco y vio a un atractivo hombre, de pie, solo, junto a la ventana.

Nicole no pudo evitar observarlo con detenimiento. Él era, alto y atlético, exudaba una nobleza natural que, incluso en una simple acción como fumar, lo hacía ver sexi y encantador.

Al darse cuenta de que lo observaban, giró la cabeza y vio a Nicole, que abrió los ojos asustados al verse descubierta. Con frialdad y sarcasmo en la cara, dijo.

―¿No dije que no quería compañía?

Mientras se observaban mutuamente, la respiración de Nicole se aceleró inexplicablemente y sus pies tomaron vida propia y se acercaron al hombre. De repente, sin pensarlo, dijo ―Fumar es malo para la salud… así que deberías fumar menos.

La delicadeza y suavidad de sus palabras lo hicieron perder el sentido por un momento, pero pronto lo recupero.

―¿Y quién eres tú para mí? ¿Quién eres tú para decirme lo que tengo que hacer?

En un movimiento inesperado, rodeó la cintura de Nicole con su brazo y la atrajo hacia él. Rodeándola con sus brazos.

El calor de su piel traspasó la fina tela de su blusa y el corazón de Aiden latía con fuerza mientras ella forcejeaba.

Nicole tomó un poco de aire y el penetrante aroma masculino invadió sus fosas nasales, no pudo evitar sentirse nerviosa y balbuceo. ―Suéltame… por favor, suéltame…

Nicole estaba un poco asustada, podía ver la ira contenida en sus ojos. Se estremeció.

Aiden curvó los labios en una media sonrisa, satisfecho por haber intimidado a esta extraña mujer.

―Te mueres por subirte a mi cama, ¿verdad? ―dijo con indiferencia, soltándola y volviéndose para volver al gran sofá de cuero rojo.

Él fue quien acaba de abrazarla, ¿verdad?

Nicole estaba molesta, pero por supuesto no dijo nada. No se arriesgaría.

Lola regresó y la encontró sonrojada y le preguntó con suspicacia ―¿Qué te pasa? Te ves sonrojada.

Nicole evadió su mirada y dijo ligeramente ―No digas tonterías.

Las dos estaban bromeando y abandonaron la sala VIP.

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