Mientras tanto en el camino a casa.
Michael apretada la mano derecha de Eliss entre la suya.
-¿A qué viniste?
-A ver a mis padres.
-¿Te sientes sola?
-Un poco, antes tenía a Hanna con quién pelear, ahora que se fue...
Me siento algo sola, así que fui a buscar a mi madre para pasar el rato y supongo que para pelear también.
-Pues no ví que tu madre tuviera intenciones de pelear contigo, de todas maneras, no se te ocurra volver a venir sin avisarme y sin compañía, porque te vas a arrepentir Eliss.
El auto entraba a la propiedad, Eliss se tensó, sus manos temblaban y el rostro de su esposo se volvía más aterrador.
-Baja del auto y espérame en nuestra habitación.
-¿Dónde está Harry?
El hombre hizo una mueca burlona.
-No lo sé, en su departamento, supongo.
Ja ja ja.
No has cambiado Eliss, sigues siendo estúpida e ingenua.
-Eres una bestia Michael, ojalá y algún día alguien te dé tu merecido.
Las palabras de Eliss iban cargadas de resentimiento.
El hombre frente a ella frunció el ceño mole