Azura salió de casa después de eso y Michael fue directo a la oficina del padre de esta.
¡TOC, TOC!
-Hola Michael. Adelante por favor. No necesitas tocar la puerta, te he estado esperando...
-Lamento la demora.
-Descuida, vi que te entretuviste con Azura, no es que ella no sepa como entretener a la gente.
-Ja ja ja
-Ja ja.
Ambos hombres rieron.
-Lamento venir con las manos vacías, pero me temo que no hay nada que pueda darle que sea suficiente para mostrar mi agradecimiento por lo que Azura hizo por mi esposa.
-Tranquilo, no necesitas darme nada, ni siquiera las gracias. Sólo... Si alguna vez Azura necesita tu ayuda... No la abandones.
-No lo haré señor.
-Bien entonces... Hablemos de cosas más agradables...
¿Cuándo cenaremos en familia para conocer a la mujer que robó el corazón de piedra de Michael Adams? Ja ja ja…
Michael bajó la mirada para no mostrar su pesar.
-Me temo que no habrá tal cena, señor Miller...
-¡Oh vamos! Deja ese formalismo. ¡Llámame Richard!
-Richard. Me temo qu