-¡Quiero más!

-Lo siento Hanna, pero no puedo. Ya te cumplí lo que me pediste a cambio de la información pero no puedo darte más.

-¿Por qué no?

Se quejó la joven.

-¡Porque eres o deberías ser una dama! Deberías follar con el hombre que te ame, que te respete y que no te vea como alguien a quien le debe un favor. Mereces todo el placer que un hombre puede darle a una chica, pero ese hombre no soy yo.

Los ojos de Hanna se cristalizaron.

-¿Hay algo malo en mí?

Dijo poniéndose de pie y señalando su propio cuerpo desnudo.

-No. Pero mereces a un hombre mejor, uno que sólo quiera follarte a ti. Yo...

-¿Tú qué..?

-Yo...

-Tú sólo quieres follarte a Alicia... ¿No es cierto?

-Si.

Los ojos de Hanna se llenaron de lágrimas, se sentía rechazada, fea, insegura. No sólo había sido rechazada por culpa de Sofía sino que también por culpa de Alicia, su papá siempre le hizo creer que era una mujer perfecta y que cualquier hombre se arrastraría a sus pies, sin embargo, en todo este tiempo eso nunca hab