Había pasado una semana de aquella conversación incómoda entre Sofía y Michael y la pareja no había tenido más encuentros; Michael había estado sumergido en un mundo de trabajo, Sofía lo entendía y no se quejaba, pero extrañaba su compañía durante la cena y en su cama por las noches.
Mientras Michael releía el informe de Nathan sobre el estatus migratorio de Sofía y su situación académica, la joven entró y rodeó su escritorio, lo abrazó por la espalda mientras él estaba sentado y acercó su boca al oído de su esposo, con voz seductora le dijo:
-¿Subirás temprano esta noche?
Un escalofrío recorrió el cuello de Michael, este tensó la mandíbula y gruñó bajo.
-¿Quieres que lo haga?
-Si... Valdrá la pena.
De nuevo los escalofríos recorrieron al hombre, esta vez desde su nuca hasta las puntas de sus pies.
-Terminaré en una hora ¿Me esperas?
-Claro, mientras tomaré un baño...
-De acuerdo.
Luego de comprobar que todo estuviera en orden, Michael realizó una llamada que tenía pendiente desde ha