-Bueno... La señora Eliss mencionó que usted y el señor Michael estuvieron muy ocupados anoche y que seguramente estarían agotados, qué tal vez usted querría desayunar aquí...
-...
Sofía se ruborizó ante tal comentario, entonces... ¿Su suegra había escuchado lo que ocurrió durante la noche entre ella y Michael?
-¡Ay no! ¡Nana, qué vergüenza!
-¿Si la señora Eliss escuchó todo, qué va a pensar de mí?
Nana sonrió al ver el rostro de Sofía y soltó una carcajada.
-Ja ja ja… Señora... No es como si la señora Eliss o sus cuñados no supieran lo que pasa entre usted y el señor Michael, además, es algo normal en un matrimonio.
-Pero...
-Si le agregamos a eso el hecho de que ustedes están casados hace poco y que además están en su casa, dudo que a la señora Eliss le moleste.
-¿Pero qué va a pensar de mí?
-Qué usted sabe cómo complacer a su hijo... Ja Ja ja…
-¡Por Dios, Nana!
-Ja ja ja. Lo siento señora Sofía, pero es la verdad, dudo que a la señora Eliss le disguste tal situa