Al oír las palabras de Sofía, Alicia se sintió afortunada, ella no tenía amigas, todo lo que tenía era su trabajo así que escuchar hablarle así a alguien y que la tratara con tanto cariño la hacía feliz.
Después de que las orquídeas fueron empaquetadas para el viaje de regreso Sofía y Alicia salieron del invernadero, Alicia llevaba la caja en las manos y al verlas Michael no dudó en preguntar.
-¿Qué llevan ahí?
-Le regalé unos ejemplares a Alicia. Pedí al jardinero que las envolviera para su viaje de regreso pero las empaquetó, supongo que así sufrirán menos daño en el camino.
-Excelente.
-¿No está molesto señor Adams?
-En la oficina puedes llamarme así, pero aquí sólo soy Michael, Alicia. Y no, no estoy molesto, me alegra que Sofía comparta contigo un poco de lo que tiene y la hace feliz, tú también la haces feliz y te agradezco por eso, ¿cómo podría molestarme por unas orquídeas?
Ambas mujeres sonrieron complacidas al escuchar al hombre y continuaron su camino hacia la casa. Al ver