-¿Quién es ese hombre?
Preguntó Sofía a Nana.
-¿Cómo que quién?
Es su esposo, el señor Michael Adams.
-¿De qué hablas Nana?
El rostro de Sofía se ensombrecía cada vez más al escuchar las palabras de Nana, el hombre al que ella señalaba como su esposo junto al médico Sofía no podía reconocerlo. ¿Quién era ese hombre? No podía ser Michael, su apariencia no coincidía con la de su esposo.
-¿Qué diablos significa esto?
Nana, ¿quién es ese hombre?
-No entiendo la pregunta señora, ese es su esposo el señor Adams.
Vamos a recibirlo. Se alegrará al verla embarazada.
Sofía empezaba a sentir que la cabeza le explotaría, ese definitivamente no podía ser su esposo, su apariencia no coincidía, aunque mientras más se acercaba su rostro le parecía conocido, caminó con Nana unos pasos más y al quedar a unos dos metros cerca de él su boca se abrió y sus ojos se llenaron de lágrimas.
-¿Nana?
¿Qué significa esto?
¿Acaso estás jugándome una broma?
-Señora, no. ¿Cómo puede pensar eso?
¿Por qué le jugaría u