-¡Uuuh!

¡Michael!

¡Mmm!

-¿Qué pasa?

¡Aaah!

Michael recorría el rostro y el cuello de Sofía con suaves besos. Acariciaba su cuerpo por encima de la ropa mojada. Sofía llevaba un vestido suelto de tirantes que le llegaba hasta las rodillas y debajo, bueno... Debajo sólo llevaba pantis, nada más.

-Te voy. Te voy a... Me encantas Sofía.

¡MUAC! ¡MUAC!

Los besos recorrieron la barbilla y el cuello de Sofía, suaves, cálidos, provocativos hasta que llegaron a sus pechos. Las manos de Michael subieron por sus muslos acariciándolos con suavidad provocándole escalofríos hasta llegar a sus pantis, todo acompañado de gemidos y jadeaos.

Al notar que Sofía no traía debajo nada más que los panties, Michael se apresuró a morder su boca y preguntarle.

-¿Puedo?

La mirada de Sofía perdida en el placer se enfocó en los ojos deseosos de Michael y provocándolo dijo:

-Haz lo que quieras, soy tu esposa, soy tuya.

-¿Está segura?

-Lo estoy.

Dicho esto Michael bajó los panties de Sofía hasta quitárselos dejándo