Capítulo 117.

Complicidad.

Valentina lo mira con firmeza; ella no le desvía la mirada esperando su reacción, pues quiere saber qué busca en medio de esta absurda discusión.

—No quiero que lo veas, Valentina, ¿me escuchaste? —Aléjate de él. —Ordena sonando firme, imponente.

Valentina lo mira en silencio por unos segundos, sonríe con ironía y niega con la cabeza, bajando su mirada ante lo absurdo de su petición.

—Ok, como digas.

Ella se da vuelta para ir al baño, dejando a Ricardo tenso, incómodo; una mezcla intensa de temor se acumula en su cuerpo, lleno de preocupación, angustia de que se repita esa escena que aúna parte del corazón.

Ajena al doctor y a la angustia de Ricardo, Valentina llora en silencio en el baño, sabiendo que Emiliano es el menor de sus problemas. Pensar que los hombres de Felipe están al acecho, esperando una oportunidad... Ella no puede ni siquiera pensar ahora en Emiliano; teme por lo que Felipe pueda hacer, por la vida de Ricardo, por la obsesión de