Capítulo 10. Irritación.
Capítulo 10.
Irritación.
Valentina va en silencio, mientras que Ricardo solo se concentra en el camino, ambos distanciados por la tensión entre los dos.
—Detén el auto, buscaré las semillas en el almacén a la izquierda. —Ricardo conduce estacionando frente al almacén.
Valentina baja del auto y él la sigue, caminando detrás de ella.
—¡VALENTINA! —Un pequeño niño aparece de la nada, corriendo hacia ella con sus pequeñas piernas en pasos agigantados.
—Mi pequeño Arturo. —Ella lo toma en sus brazos y lo sostiene con evidente afecto por el pequeño que adora tocar su cabello.
—Viniste a verme.
—Claro que sí, tú eres mi pequeño príncipe.
—Papá dijo que me llevaría a la hacienda a verte, pero aún no hemos podido tener tiempo.
—Bueno, pero yo siempre vendré a verte.
—Abajo, pequeño, no agobies a la madrina —dice una mujer embarazada acercándose a ella—. Valentina, querida, hace semanas no te veo, ¿cómo estás?
—Bien, Isabelita, vengo por la orden de la hacienda.
La muj