En ese momento llegó Taddeo y los interrumpió mientras veía a su esposa con una expresión de desánimo.
—¿Qué pasa mi amor? ¿Por qué esa cara? —preguntó preocupado.
—Solo dos minutos, fue lo que necesito tu hijo para destruir mi propuesta y soy su madre… ¿Te imaginas?
—Lo siento mamá, me pregunta