―Debes descansar, mañana no te olvides que debemos ir al médico a chequear tu estado de salud… debo asegurarme que estés bien. No puedes retractarte de tu palabra.
―No lo haré… te lo prometo ―le dijo Renaldo besando su frente para tranquilizarla, mientras se quedaba otra vez dormido a su lado, sin