Esa mañana Mateo fue a despertar a su padre, se asombró tanto que abrió su boca en forma de O luego empezó a reírse y para no hacer ningún sonido con una mano cubrió sus labios, cuando vio a Nathalie con la cabeza sobre el pecho de Andrew. Se acercó silenciosamente y trató de acostarse junto a ellos, pero Nathalie despertó tras sentirlo a su lado y se puso nerviosa antes de alejarse de Andrew.
—hola, pequeño travieso —con un tono de voz muy bajo saludó al niño con mucho cariño. Y es que si había algo bueno de estar en esa casa es únicamente Mateo.
—cumpliste — le expresó él y el brillo en sus ojos es único y adorable.
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