-Pórtate bien ¿Si? - Me agaché a besarlo- Hazle caso a la abuela
-Si, mamá- dijo resignado.
Me levanté y le susurré a mi madre al oído.
-Cuídalo bien ¿Si? - miré por sobre su hombro al viejo que me miraba a lo lejos amenazante- Aléjalo de él- le advertí.
-¿Cuál es tu problema?- exclamó fastidiosa
-Ayer…-
Iba a decirle que me había tratado de seducir, pero sabía que no me creería, jamás estuvo de mi lado.
-¿Ayer qué?- Me dijo prepotente. Comenzando a enojarse.
-Nada- Me resigné- solo cuídalo tú ¿Si? Cualquier cosa me llamas.
-Vete ya.- dijo revoleando los ojos.
-Chau mi amor
Lo saludé mientras me iba.
Luego caminar varias horas bajo el rato del sol, con mucha sed y el estómago vacío finalmente conseguí trabajo de mesera en un viejo bar a unos 15 minutos de la casa.
- ¿Puedes empezar hoy mismo? - Me preguntó mi jefe.
Sabía que eso era una prueba y no podía decirle que no. Si me negaba encontraría a alguien más que lo hiciera en tan solo unos segundos.
-Si, por supuesto. – Dije