Mi respiración se aceleró, el corazón lo sentía a mil por hora. Jamás pensé que sospecharía tan rápido de mi estado. ¿Qué debía hacer?
-Respóndeme, ¿estás embarazada?- se recargo en el escritorio de mi papá.Me miré las manos nerviosa, si por mi hubiera sido ya no estuviera en esta habitación.-Si, estoy embarazada.- dejo escapar una sonrisa de sus labios y por poco me derrito.-Y por supuesto que ese hijo que esperas es mío, ¿no?- se estaba acercando a mi y mirándome fijamente.No se que debía hacer. Iba a responderle, pero una voz lo hizo antes que yo.-Por supuesto que no, ese hijo es mío.-miré al dueño de esa voz y le fruncí el ceño. Estaba realmente confundida, no esperaba que el dijera eso. Él solo me guiñó el ojo.La respiración de mi marido se empezó a acelerar y cerro las manos en puños.-¿Es cierto eso?-