- ¿Me vas a herir? - cuestionó Estela sin miedo en sus palabras.
- Oye amigo, si haces algo loco, te juro que lanzaré la memoria por la ventana - dijo Marlon para calmar la tensión. Pero lo que hizo fue empeorar.
El hombre tomó a Estela por el cabello y sacudió su cabeza un par de veces para presionar más, a Marlon; luego le apuntó a la cabeza y dijo.
- Mete la memoria al computador y haz las cosas rápido. Estaré contando a partir de ahora.
El hombre empezó a contar y las manos de Marlon empezaron a temblar; se veía asustado y no pensó que este hombre llegaría tan lejos hasta el punto de lastimar a una noble mujer.
- ¡Marlon, haz caso! - gritó Estela con los labios pálidos.
Marlon sabía que si le daba toda la información a ese hombre, su reputación quedaría por el piso, ya que esa información era entre la empresa y él; y si se filtraban cosas malas, todo caería sobre su cabeza.
La paciencia del hombre se estaba acabando, por esa razón se encaminó hacia Marlon, lo tomó por el cabello y