Capítulo XXIII. Hay presas demasiado peligrosas para ser cazadas.

Elena.

- “Desde luego Brandon March, sabes que esto se puede considerar acoso. Sólo voy a ir a esa tienda a elegir algunos regalos para el baby-party de Emy, podríais dejarme respirar digo yo, ni el presidente de la nación está mejor protegido, ¡Por Dios!”- me quejé mientras caminábamos por el centro comercial y yo prácticamente iba rodeada de escoltas, la gente nos miraba, pensando que yo era una famosa.

- “Los siento señora Powell, sabe que son…”- lo interrumpí repitiéndole la frase que llevábamos escuchando las mosqueteras y yo, últimamente, cada vez que nos quejábamos de la sobreprotección que estábamos sufriendo, desde el secuestro de Miriam.

- “Ordenes desde la junta de accionistas”- dije imitando su voz grave.

Brandon continúo mirándome sin inmutarse, ignorando mi reacción infantil, ya sabía yo lo que eso significaba, no me iba a salir con la mía bajo ningún concepto.

Y si esto era así ahora, cuando el playboy supiera que iba a ser padre, querría meterme en una urna de cristal,
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo