Kiran, El Dios Del Amanecer
Ilya giró bruscamente, su mirada encontrándose con la figura que entraba al salón. Un hombre alto, de ojos dorados y sonrisa encantadora, vestía un abrigo claro que se movía como una sombra tras él.
La figura que entró a la habitación irradiaba una luz cálida y serena, como si el amanecer mismo lo acompañara. Su cabello dorado, perfectamente recogido en un moño bajo, relucía bajo la tenue iluminación de la habitación. Vestía un traje claro impecable que contrastaba con su piel bronceada, como si los rayos del sol nunca lo abandonaran.
Ilya entrecerró los ojos, desconcertado.
- ¿De dónde sacaste a este beach boy? - se burló mirando a Dimitri con una sonrisa socarrona, cruzándose de brazos.
Star soltó un suspiro exasperado, mientras Romanov reprim&iacut