Piezas de sacrificio.
Mi piel estaba pálida mientras veía los documentos esparcidos en la mesa. El CEO apretó los dientes y como si no fuera nada para él, simplemente sonrió sarcástico.
—Me preguntaba porqué habían aparecido de repente. —Dijo para sí mismo pero parecía tener una leve insinuación hacia mí. Lo miré expectante—. Tus padres. —Insinuó. Quedé perpleja.
Es cierto, mis padres llegaron de repente inmiscluyendose en mi vida sin previo aviso después de años de abandono pero ¿Ellos habían sido los informantes de la prensa? ¿Harían algo así aun sabiendo lo doloroso que sería para mí?
El sonido del intercomunicador rompió el silencio en la oficina, interrumpiendo mi análisis interno. Él caminó hacia el escritorio y presionó el botón.
—Señor, el equipo de relaciones públicas está listo en la sala de conferencias. —Anunció la voz de la secretaria, neutral pero con un deje de urgencia.
Asintió y me lanzó una mirada intensa, como si estuviera evaluando mi fortaleza antes de invitarme a seguir. Su presencia