Por Melina
Salí de la facultad y lo vi, estaba esperándome, como muchos días desde que lo conocí.
Me acerqué, tímidamente, él me miró y se fue acercando despacio, nos abrazamos fuerte, muy fuerte, yo me largué a llorar.
-Nena, Meli, cielo ¿Qué te pasa?
-Es que pensé que me habías dejado.
-Jamás podría dejarte.
-Estabas en una fiesta llena de mujeres, yo las oí y…
-Subamos al auto, amor.
En el auto, apenas nos acomodamos, me secó las lágrimas con sus dedos.
-Cielo, sí, fui a una fiesta, pero no estuve con nadie, no podría, te amo, yo soy es que está celoso, estabas a mil kilómetros y no sabía si te estabas besando con otro, aunque sea por trabajo.
-No me besé con nadie, te dije que era raro que en una publicidad haya besos.
-Pero podía pasar, te juro que estaba como loco.
-Te había llamado para contarte eso y para decirte que el chico que hacía de mi pareja es gay.
-Perdón Mel...no te volví a llamar...porque revoleé el celular y se me rompió y recién ayer tuve tiempo de comprarme otro.