Una vez dentro del coche de un muy confundido Chris, puedo respirar otra vez.
— Bueno, hola — dice él mirándome con curiosidad, le sonrió a modo de disculpas, Chris es un hombre guapo y divertido, me alegraba por la mujer que se casara con él, se veía guapo vestido elegante, con sus ojos castaños mirándome divertidos — ¿problemas con los niños?
— Creo que me voy a volver loca — admito recostándome en la silla de cuero.
— Entonces