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Una semana después  

Son las 9: 00 am. Mi hijo Mikhail y yo nos dirigimos hacia el aeropuerto; él aceptó venir conmigo y estoy muy entusiasmado por su compañía.

Por supuesto, mi esposa no nos quiso acompañar. 

<<En otras tierras, todo marchará muy bien en nuestra familia. Talvez sea muy optimista, pero es lo que siento y por eso soporté tantos años de abuso por parte de mi suegro. >>

Tiempo después, sigo pensando en todo esto mientras abordamos el avión y en la vida que dejamos atrás, porque estoy decidido a darlo todo en esta última carta que juego para tener mi propio negocio y no seguir siendo subyugado.

Mediante el transcurso del vuelo converso con mi hijo.

—Vamos a un país tropical. ¿Crees que soportará el calor? —indago y miro con curiosidad la emoción que se dibuja en su rostro.  Ha cambiado su ánimo desde que le hice la propuesta y veo un poco de entusiasmo en él.  

—No lo sé, pero supongo que no estaremos en las calles calurosas todo el tiempo. Tú tampoco estás acostumbrado a ese clima. 

—Así es. —De pronto pienso en algo que lo alegre—. Tal vez allá conozca a una chica que te guste.

Me mira de pronto riendo de oreja a oreja ruborizado.

—¡Papa! ¡Ya veremos!—. Exclama y voltea nuevamente su mirada a la ventana. —Es posible que dure poco tiempo, y solo sea algo así como unas vacaciones, entonces regresaré a Rusia.

—No sabemos con exactitud que suceda allá, así que mejor disfrutemos del viaje, hijo.

Reímos los dos, entonces siento respirar un nuevo aire y quitarme un peso de encima al dejar mi tierra.

Al menos por un tiempo siento ligereza al no sufrir la rutina abrumadora del día a día en mi vida.

Recuesto mi cabeza para tratar de dormir, ya que será un largo viaje.

Largas horas después 

Un taxi nos lleva desde el aeropuerto hasta el resort siendo ya la madrugada.

Posteriormente, nos recibe el personal con gran amabilidad y rápidamente nos guían a la entrada de uno de los hoteles.

Luego que en la recepción nos entregan las llaves e indican el número de las habitaciones, caminamos por el pasillo ágilmente. 

Al llegar miro que justo quedamos de frente, entonces me detengo mirando a mi hijo, hacía algún tiempo que no compartíamos juntos. 

—Enseguida quiero darme un baño. Haz lo mismo, estoy muerto de cansancio.

—Igual, yo, papá. Entra y descansa, mañana podremos apreciar mejor el paisaje de este país.

—Así es. —Digo y me acerco más a él viendo que está algo nervioso, entonces quiero darles ánimos. Le abrazo y doy palmadas en su espalda—. Tranquilo será una experiencia maravillosa. Buenas noches, hijo.

—Buenas noches.

Nos despedimos y entramos a nuestras respectivas habitaciones.

Solo pienso en una cosa y es dormir por el cansancio de tan largo viaje para recuperar fuerzas.

Una vez dentro, tomo un baño reparador y al terminar seco mi cuerpo y me pongo una pijama.

Enseguida caigo a la cama, rendido por el sueño, aun las maletas están sin desocupar.

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Día siguiente

He dormido hasta medio día, me desperezo y levanto de la cama, enseguida voy a la ducha.

Luego me visto para ir a almorzar con Mikhail fuera de la habitación para así familiarizarme con el ambiente aquí. 

Ya listo con ropa cómoda, salgo y toco a su puerta.

—Hijo. ¿Estás despierto? —Pregunto sin obtener respuesta.

Segundo después, a escasos metros, escucho su voz detrás de mí en el pasillo.

—Pa. Veo que ya te has levantado. 

Volteo hacia él, entonces lo miro con un pantalón corto y camiseta con la mano en los bolsillos sonriendo.

—Y tú, ¿dónde has ido, hijo? —indago desconcertado, pues esperaba que despertara o me esperara.

—Te llamé y toqué a la puerta, pero no respondiste. Luego abrí con la llave que me diste, entonces te vi durmiendo profundamente y no quise interrumpir tu descanso.

Lo abordo y abrazo por el hombro. Iniciamos a caminar hacia el comedor, ya quiero tomar el aire cálido caribeño.

—Hijo. Ten cuidado con enfermarte el cambio de clima te resfriarás. —Le advierto.

—Tranquilo, papá. Mamá, me dio un montón de medicamentos para eso. Tú también debes cuidarte.

—Por supuesto, los dos nos cuidaremos. Ja, ja. Tu madre nos dejó solos. —Bromeo, pero sintiendo un pequeño pinchazo de dolor en mi pecho al decir estas últimas palabras.

Seguimos andando hacia el comedor, y conversamos con entusiasmo. No me equivoqué al cambiar la dirección de mi vida porque siento que ha vuelto la alegría de vivir en mí.

Al entrar en el espacioso salón recibimos muy buena atención, también fue igual cuando llegamos al aeropuerto, las personas son muy amables.

Nos sentamos en una mesa que se ubica en la esquina, enseguida tomamos y miramos el menú.

—Al culminar de almorzar caminaremos por el entorno hasta el atardecer. En la noche tengo reunión con empresarios rusos que han hecho vida aquí. —Le comento a mi hijo con mucha emoción de esta arriesgada, pero a la vez emocionante aventura.

—Te guiaré, papá. Más temprano salí a ver la playa y es tan hermosa igual a como se ven en los carteles de publicidad turística. 

—¡Oh! Ya veo que has recorrido muy bien el ambiente por aquí. Eres muy joven, en cambio, yo estoy envejeciendo.

—Ah. No digas eso, te ves bastante jovial.

—Ja, ja. No tan joven como tú, hijo.

Un mesero se acerca a nuestra mesa y nos interrumpes para atender nuestros pedidos. 

Señalamos el menú que nos apetece, él es muy atento y agradable. Luego se marcha. 

Seguimos charlando armoniosamente, y me siento bien al ver a Mikhail tan animado. Este es un buen cambio para ambos.

Más tarde, paseamos por la playa; sus aguas tienen un hermoso color turquesa, quedando maravillados con el hermoso paisaje.

Caminamos por los alrededores del hotel conociendo muy bien el ambiente que se vive y respira aquí.

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Meses después, el viernes 9 de septiembre de 2016, es la inauguración de la empresa, en estos 6 meses he trabajado duro para hacer realidad mi sueño.

He aprendido a desenvolverme con el idioma español, igual que mi hijo, porque obviamente es una prioridad también el lenguaje inglés, lo hablamos y entendemos perfecto.

Ya nos hemos instalado en nuestro nuevo hogar que está ubicado dentro de un residencial hermoso, el cual he comprado aproximadamente dos meses atrás.

Queda a solo media hora de mi empresa y es genial porque todo ha marchado a mi favor en este nuevo emprendimiento en mi vida.

Estoy de pie con Mikhail a mi lado en el gran salón de la empresa Kuznetsovs Export & import.

Esta compañía tanto exportará como importará productos de ambos países. 

En unos minutos haré una alocución y luego posaré para los periodistas de revistas en el ámbito social.

Hay muchos invitados, y sinceramente no creí encontrar a muchos ciudadanos rusos en este país, pero estoy feliz por la pequeña comunidad que aquí habita.

—Gracias, hijo, por quedarte a mi lado, tu madre aún no se ha decidido. Me dijo que esperara a que me establezca en la empresa. —Le comento y lo abrazo fuerte.

—No me des las gracias, padre. Después hablaremos sobre mí por qué tengo algo que contarte.

—U mm. —Llevo mis manos a la barbilla intuyendo de que se trata.—Ya sé y es por tu “amiga”.

—Bue… Bueno, hay cosas que no sabes.

Contesta con gran inquietud y lo veo muy intranquilo, sé que es por esa chica que estudia con él. Seguro le gusta, pero no voy a interferir en su vida privada, solo le ayudaré cuando me pida algún consejo. 

Les doy palmadas en su espalda para tranquilizarlo un poco.

Luego él se despega de mí cuando la joven lo mira sonriéndole, entonces se dirige a su lado para compartir en la fiesta con ella.

La inauguración transcurre sin mi esposa Sonya a mi lado, ya que me ha dado muchas excusas para no venir cuando conversamos por teléfono, y sin dejar de lado sus comentarios burlesco.

Me ha dicho que pasado un tiempo cuando me establezca definitivamente, entonces viajará hasta aquí.

Por otra parte, curiosamente, ya muchas mujeres me dejan entrever que le gusto, pero soy un hombre leal y aunque tenga problemas maritales no quiero cometer un desliz.

Primero debe estar definida mi vida entre mi esposa y yo, porque soy hombre de una sola mujer.

Sigo con mi papel de anfitrión de la fiesta, y voy a acompañar junto a mis dos socios amigos.

Charlamos sobre negocios y otros temas de importancia en el mundo empresarial.

Todo ha marchado según lo previsto y me siento satisfecho, pero a la vez presiento en mi pecho algo sombrío en mi vida familiar. 

Horas después, estoy tumbado en mi cama y con melancolía pienso en mi esposa, pero también en mi futuro brillante en cuanto a los negocios.

Mi optimismo se antepone y creo que tanto mi vida empresarial como familiar tendrán un futuro maravilloso.