Madre irresponsable.

Cuando llegué al vecindario, vi como un gran alboroto de gente aglomerada, pero no quise prestarle gran atención ya era suficiente con todo lo que venía cargando.

-¡Vaya! ¡Vaya! Hasta que por fin llega la madre irresponsable y para colmo borracha- Era una de las viejas del vecindario, para quien su deporte favorito consistía en meterse en la vida de todos.

La mire frunciendo mi ceño, estaba tan enojada, limpie un poco mi cara.

-¿De qué habla señora? Yo ni siquiera tomó alcohol –

Ella me ve de arriba debajo de una forma despectiva.

-¿Sabías que tu hijo se lo llevaron de emergencia al hospital? No, seguramente no tenias ni la menor idea ¿Pero que se puede esperar de ti? –

Mis manos comenzaron a temblar y sentí un enorme vacío en el estómago, una gran desesperación recorrió todo mi cuerpo.

-¿De qué me está hablando ¿Cómo que se llevaron a mi hijo de emergencia? ¿Dónde lo tienen? – Con voz temblorosa le dije.

Pero ella era una mujer completamente indiferente, solo disfrutaba del mal ajeno, no me dijo nada más y tampoco ninguno de los vecinos, todos me señalaban sin imaginar el calvario que yo vivía día tras día.

-¡Por favor! Díganme a donde llevaron a mi hijo ¿Y dónde está mi hija?-

-¡Noelle! Ven vamos a casa- Me dijo Lorena, la única de todos los vecinos quien en realidad me brindaba su amistad.

Ella tomó mi brazo y me llevo hasta su casa, ahí estaba mi hija Grace llorando desconsolada en el sofá de la sala.

-¡Mami! ¡Mami! Perdóname, Scott no dejaba de llorar-

Doble mis rodillas y corrí hacia ella, la tomé por los dos brazos con un poco de fuerza.

-¿Qué paso Grace? ¡Dime que paso! –

Lorena me separo de la niña.

-Ella no tiene la culpa Noelle, por Dios ¿No te das cuenta que la culpa es tuya? ¿Cómo se te ocurre dejar un niño al cuidado de otro niño? –

Me senté en el suelo a llorar desconsolada, Lorena tenía razón, pero solo somos mis hijos y yo ¿Qué se suponía que debía hacer? ¿Morir de hambre?

-Mami perdóname por favor- Lloraba Grace.

Me acerque tiernamente a ella, limpie sus lágrimas y bese su frente.

-No tienes culpa de nada mi princesa, perdóname tu a mi por no darte la vida que mereces- Nos dimos un gran abrazo.

-¡Dime Lore! ¿Qué paso con Scott? ¿En qué hospital lo tienen? –

Ella me dio su mano para que me levantará del suelo.

-Tenia mucha calentura y comenzó a convulsionar, Grace no sabia que hacer, vino hasta aquí, llamamos a emergencias y se lo llevaron, pero ve al hospital mientras me quedo con la niña-

No puedo creer que haya sido capaz de dejar a mi hijo enfermo, mi vida es una completa miseria, un desastre, no debí haber salido anoche de casa.

-¡Gracias Lore! No tengo como pagarte lo que haces por nosotras-

Ella me mira de manera comprensiva, mientras que toma de la mano a Grace.

Fui a casa para buscar un par de tenis, amarré mi cabello y salí a prisa hacia el hospital, mi corazón no dejaba de latir muy rápidamente, creo que nunca podré perdonarme por haber dejado a mis hijos solos anoche.

Llegó al hospital, sintiéndome un poco desorientada e inmediatamente ubico la recepción, caminando en seguida a esa dirección mientras voy secando mis lágrimas de manera brusca.

-¡Señorita! Quisiera saber acerca de mi hijo- Le digo y un par de lágrimas brotan de mis ojos, ella me ve con su entrecejo arrugado de arriba hacia abajo.

-¿Cuál es el nombre de su hijo? –

-Scott Hayden- Ella comienza a teclear, mientras yo la observo desesperada.

¡Maldición! Como demora esta mujer.

-Se encuentra en el piso 6 sala de menores- Corrí de inmediato sin siquiera agradecer, mi corazón late muy fuerte, deseo tanto llegar y ver a mi pequeño sano y salvo.

Llego al piso en el que se encuentra mi pequeño Scott y busco al Doctor con la mirada, por suerte lo veo saliendo la sala de urgencias y lo abordó.

-¡Doctor! Soy la madre de Scott Hayden – Mis ojos se cristalizaron de nuevo y no dejaba de jugar con mis dedos, esperaba con ansias su respuesta.

-Señora, al fin llega- Se quita los lentes y alza una de sus cejas -Intentamos hacer todo por él –

¿Qué? ¿Qué quiere decir con eso? ¿Cómo que intentamos? ¡Dios mío! ¡No por favor! ¡Mi pequeño hijo!!!

-No le estoy entendiendo Doctor, sea más claro- Las lágrimas no tardaron en comenzar a bajar por todo mi rostro.

-Convulsionó en demasiadas ocasiones y llegó aquí muy mal, era tan pequeño que no lo resistió… Su bebé falleció hace un par de horas- Caigo de rodillas al suelo, tapo mis ojos con las manos.

-Noooo, por favor, noo, dígame que es una pesadilla- El doctor me levanta del suelo y me ve de forma comprensiva.

-Lamentablemente, si es así señora  y usted tendrá muchas explicaciones que dar a las autoridades- Mis ojos se abren, me siento confundida.

-¿Con las autoridades? Mi bebito falleció por la fiebre, no entiendo porque las autoridades tendrían que intervenir- Le digo llorando.

-Señora Steele, ha sido un acto de negligencia haber dejado a su recién nacido hijo con su hija mayor de diez años- Agachó mi cabeza y no tengo nada para decir.

El Doctor tiene toda la razón en pensar lo peor de mí, quizás es cierto fui una negligente y mala madre.

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