—por tí, lo soy por tí— lo dijo con dificultad

—¡No James¡ ¡Tu eres mío! ¡No la toques!— gritó Stefany sintiendo su corazón arder de dolor y odio, pero nadie la escucha y verlos sonreír y en llamas de pasión, la atormenta

Deseaba que algún día James le hubiera mostrado afecto, que la hubiera besado de esa forma, acariciado con demencia, poseído de manera insaciable, pero nada de eso pasó. Solo sexo por satisfacción o necesidad, y ella nunca pudo lograr lo que ha hecho Charlotte en la vida de James, transformar un duro y amargo corazón en uno doblegado por amor a ella y a sus hijos.

Charlotte y James perdieron el control, él la nalguea, le jala el cabello, pero eso a ella no le duele, la prende más. De hecho quiere que él sea más salvaje así que se lo pide, dónde ella entra en una crisis de llanto placentero.

Su llanto le confirma a James que está haciendo un excelente trabajo, y más por la forma en que ella corre seguidamente, produciendo aquel orgasmo que lo envuelve a él en querer