Capítulo 52: Inmensa soledad.
Rebecca, en un intento de huirle a los problemas y a la soledad que carga encima. Asimismo, determinada por un somero impulso, va hasta la casa de Ana. Pero, para ver a Anderson. Necesita sentir el mismo consuelo, que le brindo la vez pasada.
Toca a la puerta y el padre de Ana, abre de inmediato y la mira sorprendido. No contaba con su repentina llegada.
—Rebecca ¿Usted aquí? —exclama con asombro. Rebecca motivada, a tanta presión sucumbe rápidamente en sus brazos.
—Anderson, me siento sola. No supe a donde ir y de paso, mi hijo me odia—rompe velozmente, en llanto y el padre de Ana, se conmueve.
—Vamos a salir, yo te invito así te distraes un poco—la abraza, por sus hombros y sale, junto con ella. Abel a lo lejos, lo mira muy sonriente y a la vez confuso.
Se sientan, en las banquetas de un lindo parque, que queda muy cerca a su casa, con la intensión de tener un poco más de privacidad, para que Rebecca se exprese con plena confianza.
—¿Ahora dime porque estás así tan afligida? ¿L