Capítulo 26.
El aire parecía haberse detenido solo para mantenerse alejado de la reacción de Leyra, su pecho saltaba una y otra vez por su respiración agitada y su rostro esta sonrojado, como cuando acababan de tener sexo.
“Maravillosa y excitante.” Piensa el guerrero.
Aunque las ensoñaciones de René se detuvieron al momento que ella volvió a hablar.
— A pesar de tenerte cuidándola día y noche, a pesar de ser tú el guerrero de mi mayor confianza— en ese momento Leyra laza una patada contra René, dando en su muslo derecho, el solo hace un gesto de dolor— ella hizo lo que quiso— declaró Leyra con las quijadas apretadas, a tal grado que habían comenzado a dolerle
Para inmediatamente después agacharse y quedar a la par del enorme Guerrero que tenía ante sus pies.
— Hizo que me deshiciera del investigador más antiguo, George era importante, maldita sea y tú…
— Hice que Beca se fuera— declara en un intento por ganarse su simpatía en un intento por asegurarse a sí mismo que hizo lo correcto, que es