Nina:
Los días continúan su marcha, en compañía de Anker, de su familia, de sus costumbres… y cuando menos pienso el día de la boda ha llegado.
Me miro al espejo y aun no puedo creer que me casaré en un par de horas… cierro los ojos y lo primero que cruza mi mente son esos hermosos ojos verdes.
Anker y yo hemos dormido en cuartos distintos como dicta la tradición y esto a regañadientes de Anker pero Isadora no permitió que se le ignorasen. El día de ayer fue toda una discusión para dejar que abandonara la habitación.
Adonia pasa de un lado a otro por la habitación alzando mi ramo de flores o mis zapatos o los detalles que está colocando en mi cabello ahora mismo.
—Estás hermosa —no deja de repetir, parece que está disfrutando esta boda más de lo que disfrutará la suya.
&mdash