Aurora salió detrás de ellos para saludarla. “Bienvenida Anita, ¿Cómo le fue en el viaje?”.
La señora sonrió feliz al ver a su nuera consentida. “Un poco cansado querida, pero ya estamos aquí”. Ella la abrazo examinándola. “Estas tan delgada Aurora, necesito hacer mi sopa de nutrientes para ti y Rafael que los veo tan demacrados”.
Aurora solo sonrió negando con la cabeza. “Vamos entren para que descansen”.
“Cuñada ¿A mí no me abrazas?”. Barbara dijo tristemente quien soltaba a sus pequeños sobrinos.
Aurora giro abrazándola fuerte. “Bienvenida Barbara”.
Todos entraron a la casa, después de conversar por un rato, se retiraron a sus habitaciones para poder estar listos para la fiesta benéfica de la noche. Aurora fue la primera en terminar de arreglarse tenia que estar de