CAPÍTULO 134: SUBASTA DE HALCONES.
CAPÍTULO 134: SUBASTA DE HALCONES.
La noche había caído en el palacio y Artem y Santino fueron conducidos a sus habitaciones. Era un lujo que cualquier persona apreciaría, pero no Artem. Nada lograba distraerlo de la realidad desgarradora de saber que el amor de su vida estaba en manos de un hombre cruel y despiadado.
Incapaz de conciliar el sueño, se levantó de la cama, vistiendo solo un pantalón de chándal, y se dirigió al balcón, donde las estrellas brillaban en el cielo como pequeños diamantes sobre el vasto manto oscuro del desierto. Sus ojos grises se posaron en la belleza del horizonte nocturno, pero su mente estaba lejos.
La amargura y la desesperación lo consumían.
—Resiste, krasota… Resiste. Iré por ti, aunque tenga que descender al mismo infierno para traerte de vuelta.
Su pecho se contrajo al recordar la felicidad que había sentido al escuchar a Liana hablar de su hijo, de los sueños que tenían juntos. Pero ahora, esos sueños parecían tan lejanos, casi inalcanzables.
De rep