Capítulo 47. Guerreros del aire
Después de que Bianca se recuperó un poco por lo que veían sus ojos, pensó de inmediato que eso no era un ejército, como aquel tipo le había dicho antes. Esos eran los huesos de unos animales gigantes… parecían dinosaurios. No, eran más aterradores que eso. Eran los huesos de los antiguos guerreros del aire, los que con su llamarada de fuego destruían ciudades tras ciudades, conquistando reinos enteros con un solo suspiro. Aquello era simplemente el fin del mundo, si aquel tipo llegara a despertar ese ejército de dragones.
Eso solo podía significar una cosa, que la profecía que sus tataratatarabuelos le contaban siempre estaba a punto de cumplirse, pues si aquellos guerreros volvían a la vida, sería el fin de todo, lo mismo ocurrió cuando a Priscila le tocó hacerle frente al despertar del ejército de los gigantes.
Pero aquel ser parecía no tener entendimiento de lo que ocurría, pues Bianca no había terminado sus pensamientos cuando él volvió a decirle:
—Niña, no te asustes, que ellos