Christopher:
Sus ojos no tenían ninguna expresión. Un largo suspiro salió de sus labios.
— No todos tenemos una vida fácil, siempre hay problemas en ella, o algo en lo que no estemos de acuerdo- se encogió de hombros. Bajó la cabeza y prosiguió.
— La mía no era diferente a las demás, te pido por favor que me escuches sin interrumpirme, porque es más difícil de lo que parece- tomé sus manos acariciándola, esta me miró con ojos llorosos.
— Te escucho- Susurré.
Sabía que había algo dentro de Andrea que se estaba conteniendo a no salir, sabía que estaba rota, pero me encargaría de unir cada uno de esos pedazos aún así fuesen los más diminutos.
- Cuando era niña, siempre estuve sola, vivíamos en una reg