LA BROMITA

Mientras Kristell salía, trajeron a una anciana que había sido trabajadora allí, pero ahora solo trabajaba recibiendo los sacos o abrigos de los clientes, ya ella sabía lo que tenía que hacer, puesto que la droga como era poca haría que el drogado despertase en un momento más, los amigos estaban con los celulares grabando la broma, la anciana empezó a acariciar el cuerpo de Hadrien, hasta llegar al pene y empezó a chupárselo, claro que sintió el placer, pero en su mente creía que era su favorita Kristell, la anciana le hizo una mamada espectacular que lo hizo terminar en un orgasmo y se lamió todos los fluidos, después se le montó encima acostándose en el pecho y mirándolo.

Entonces Hadrien despertó, sintió un peso encima, sonrió diciendo

—¡Qué rico estaba!, esta vez lo sentí más rico que de costumbre

Y miro a quién estaba encima de Él y vino la reacción, grito asustado

—Aaaagh, ¿quién es usted?, ¿Qué hace aquí?, ¿pero cómo es qué?

Y entraron sus amigos con la gran carcajada

—Jajajajaja, Hadrien no sabía que te gustaban las maduritas, jajajaja

—¡Caramba Hadrien!, vaya te gusta la experiencia, jajajaja

—Amigo, jajajaja, no sabía que te gustaban las “pasas”, jajajaja

Hadrien cayó en cuenta que era una broma de Rubén, mientras la anciana ya vestida salía de la habitación con un buen fajo de dinero que se había ganado participando de la bromita, ellos seguían riéndose a carcajadas y todo lo tenían grabado.

—¡Cállense hijos de puta!, Rubén eres el colmo, fue una broma de mal gusto

Rubén se le acercó meloso diciendo

—Pero bien que te gusto la mamada, ¿verdad muchachos?, jajajaja, ¡Él mismo lo dijo!, ¡no puede negarlo!, jajajaja

—¿Y Kristell?, no debió dejarme solo

Rubén inquirió defendiendo a la susodicha

—¡No te enojes con ella!, yo le pagué el doble de lo que tú le das, ¡esto es un negocio!, un negocio de placer senil, jajajajaja

—¡Basta!, ya dejen de reírse, ¡no jodan!, se pasaron de la raya —refutó enojado Hadrien

Hadrien los miro ya vestido, puso las manos en la cintura y comenzó a reírse

—Jajajaja, la mejor broma que me han hecho, jajajajaja

Ariel muy serio dijo — ¡Y lo grabamos todo!

Lucca dijo —¡ah, ah, qué rico!, ah, ah, jajaajaja

—Ya dejen de reírse, que me contagian, jajajajaja

Rubén se paró frente a Hadrien e hizo una reverencia y todos le aplaudieron

—Deberías ganar el Óscar, Rubén, ¡tienes unas ideas!, jajajaja

Kristell hizo su aparición sonriente y lo abrazo

—¡Cómplice!, no me la esperaba, ¡para nada!, jajaja

—¡Perdona amorcito!, pero tu amigo, me pago y pues…

—No importa Kristell, siempre serás mi favorita

Y la beso con deseo, pero dejaría para después el encuentro sexual con ella, deseaba irse a casa, ya era muy tarde.

—¡Adiós amor!, vendré otro día sin amigos que hagan bromitas—lo dijo mirándolos

—Ay Hadrien, no seas amargado si te gusto la fruta seca, jajajaja

Kristell sonrió, se despidió y salió para hacer su espectáculo en la barra, ellos salieron del local, subieron al auto manejado por el chofer de Hadrien, dejo primero a su jefe, pero al salir del auto, reconoció el auto de su padre que estaba en su casa, le extraño, sin embargo, igual entro, le ayudaron a subir las escaleras sus guardias, hasta llegar a la sala y escucho su voz diciendo.

—¡Qué rico estaba!, esta vez lo sentí más rico que de costumbre

—Aaaagh, ¿quién es usted?, ¿Qué hace aquí?, ¿pero cómo es qué?

Prendió la luz y escucho una gran risotada de su padre que estaba mirando el celular

—Jajajajaja, hijo, ¿te gustan las abuelas?, jajajajaja

—Papá, ¿pero ¿Cómo es que tienes eso?

—Te gustan las pasas, jajajajaja, ¡me orinooooo!, jajajajaja

—Papá, estos amigos míos son el colmo y escucho de nuevo la voz de Rubén

—«Pero bien que te gusto la mamada, ¿verdad muchachos?, jajajaja, ¡Él mismo lo dijo!, no puede negarlo, jajajaja»

—Jajajajaja, es cierto, ¡yo lo vi y lo escuché!, jajajajaja —dijo riéndose su padre

Miro cómo Joseph se carcajeaba, le gustaba verlo feliz aunque sea a costilla de Él

—Papá, jajajajaja estuvo buena la broma, jamás me imaginé que me pasaría eso en mi vida

—¡Come pasas!, jajajaja que bueno que no eres alérgico a las pasas, jajajaja

—Papá, ya párale, además como es que viniste a mi casa, ¡no me avisaste!

Joseph se limpió las lágrimas por estarse riendo y le enseño un mensaje en su celular

«Señor Joseph, vaya a casa de Hadrien, no se va a arrepentir, le mandaré un videíto, Att Rubén»

Hadrien sonrió de las ocurrencias de su amigo y abrazo a su padre, lo quería mucho y este a Él

—¡Jamás me imaginé verte con “UNA PASA”!, jajajajajajaja

—Papá, ¿ya vas a dejar de reírte?, estoy feliz por el contrato Marttinetti, fuimos a celebrarlo

—Yo estoy orgulloso de ti, solo y con trabajo creaste esa empresa y eres un As para los negocios y «para las pasas», jajajajaja

Asomo Nuria, la nana de Hadrien preguntando

—¡Por qué tanto ruido!, oh señor Joseph está aquí, ¿quieren una tacita de café?, ¿les hago unas empanadas?

Hadrien fue a abrazar a su querida nana —Mi nana, nanita, si ya vamos a la cocina

—Ya vamos Nuria, debo hablar con mi hijo un momento

Nuria se fue a seguir preparando lo ofrecido y Joseph dijo a su hijo

—Hadrien, no crees que ¿ya es tiempo de sentar cabeza?, ¿tener novia?

Miro a su padre, sabía que tenía mucha razón, pero le gustaba estar soltero sin compromiso

—No lo había pensado aún, pero supongo que tienes razón, ¡esperaré que llegue la indicada!

—¿No te gusta Alice?, es de buena familia, de clase

—¡No, no me gusta!, le gusta a mi mamá y por lo que veo a ti también, pero no con ella no, no me atrae, ya llegara la indicada, papá, ¡no tengo premura!

—Está bien respetaremos tus decisiones y ahora a comer “PASAS”, jajaja, digo empanadas, jajaja

—Papá, jajajaja, vamos, mi nana debe estar esperándonos.

En la cocina estaba Nuria cantando una canción y ellos le siguieron el son bailando alrededor de la mesa y aplaudiendo, la querían tanto a la nana y ella los miraba con amor, hasta que se sentaron a comer, las deliciosas empanadas y el café tinto especialidad de Nuria, ella se sentó con ellos a degustar también.

—Nana, ¡están ricas!, mmmm

—Nuria, te pasaste hoy, ¡te quedaron riquísimas!, ¿me puedo llevar algunas para Mariam?

—Ya están listas en el repostero, ¡para que lleguen calentitas!

—Que haría sin ti Nuria querida, ¡te quiero mucho!

Hadrien se levantó a abrazarla y besarle la mejilla

—Papá, ella me quiere a mí, ¿verdad mi nana?, nanita, (le saco la lengua a su padre), mmmesh, ¡ella es mi nana!, aleja tus manos de ella, atrevido, jajaja

La cocina de la mansión de Hadrien eran puras risas de todos allí y de amor puro, de amistad verdadera.

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