Mundo ficciónIniciar sesiónComienzo a contarle toda la historia de mi vida. La abuela Odilia indigna al saber toda la verdad. La señora se queda inmóvil con la taza de té a medio camino hacia sus labios. Me mira como si le acabara de decir que me casé con el mismísimo diablo.
—Sí, Horacio Valachi, ¿lo conoce? —Asintió mientras sorbía el té.—¡Ese hombre nunca me gustó! —dijo moviendo la cabeza con énfasis—. Pero mi hermana se encaprichó con él. ¡Le gastó todo el dinero y, después, se marchó con los papeles de la empresa! ¿Así que ahora quiere quitártela?—Es su empresa, señora. Porque Horacio se casó con unos papeles falsos, eso invalida la herencia. Solo quedaría usted. Estamos aquí para comprarla —le dice Robin. Yo lo miro asombrada.La señora Odilia deja la taza






