63. DUDAS
Después de presentar a Robin a las mellizas, estoy aterrada. ¿Cómo se me ocurrió decirles eso a mis hijas? No se cansan de preguntarme sobre él. Yo no sé qué decirles. ¡No conozco quién es Robin! ¡Hasta tengo un poco de miedo!
Mi abogado me ha contado que tiene un enorme bufete de abogados de renombre que trabaja para él. Está muy optimista sobre el caso. Horacio me ha llamado en varias ocasiones, pero no le he contestado.
Estoy sentada en mi oficina, pensando en todo y en nada. Evito ver a Robin. Él me da mi espacio. Escucho mi teléfono, lo cojo y veo que es de mi amiga.
—Hola, amiga, hasta que te acordaste de mí —le reprocho con cariño.
—Disculpa, Ema, he estado realmente ocupada con mi trabajo —me contesta enseguida. Ya lo sabía; las chicas me lo habían dicho—. ¿Te contó Melissa que ella y mi Teo son novios?
—Sí. Solo espero que no se lastimen y que, pase lo que pase entre ellos, sigamos siendo amigas —me apresuro a decir.
—¡Claro que sí, Ema! —respondió, como esperaba—. ¿Cómo va e