Mundo ficciónIniciar sesiónVuelvo a la realidad ante el grito escandaloso de Joe. Bajo la mirada y descubro un gran charco de agua a mis pies. Mi asistente me arrebata el vaso y me aparta a un lado mientras se dirige a buscar un trapeador para secar el suelo, haciendo todo un espectáculo gay. Sonrío al verlo; lo adoro, aun cuando hace eso. Pero cuando voy a reaccionar, veo a Robin tomar una servilleta y agacharse para secar mis zapatos.
¡Oh, cielos! Esto no puede estar pasando. ¿Qué es lo que hace a mis pies? Juro que quiero impedir que haga eso, pero no puedo. Todo mi cuerpo ha perdido su movimiento y solo mis ojos funcionan. Me quedé fascinada, observando su amplia espalda mientras seca mis zapatos. Desde esa posición, levanta la vista y me regala una sonrisa de ensueño. ¡Madre de Dios! ¡Estoy perdida! Trago saliva, imaginándolo en otra situación. Definitivamente, estoy enferma, ¡es un niño!  






