—Sólo un buen juego de verdad o desafío a la antigua usanza—, dice Herson. —Pero hombres versus mujeres. Lo que uno de nosotros hace, todos tenemos que hacerlo. Lo mismo para las mujeres—.
Todos estamos de acuerdo y terminamos en la sala de televisión. Law detiene la otomana en busca de un cuenco de vidrio que Herson pone encima.
—Todos escriban una verdad que les gustaría saber y un desafío en el otro lado—, explica Herson. —Cualquier cosa que elijas, tienes que hacerla o responderla. No hay que volver a hacerla—.
Tomo el papel y el bolígrafo que me ofrecen y escribo por ambos lados, lo doblo y lo pongo en el bol.
—Muy bien, las damas primero—, dice Zeky.
—Normalmente eso sería educado.— Lety lo mira entrecerrando los ojos. —Pero ahora, se siente como una trampa. Así que creo que hablo por todos nosotros cuando digo que las damas muy amablemente los dejarán ir primero—.
—Bien.— Zeky se encoge de hombros. —No digas que no me ofrecí. ¿Con qué vamos?—
—Digo la verdad—, afirma Law.
Herso