No desobedezcas a mamá

Al día siguiente, la mansión Mendoza tenía el mismo movimiento de siempre, las cocineras y el chef se apresuraba para preparar el desayuno, los jardineros ya estaban regando las plantas, lo choferes listos y a la órden ya se encontraban puliendo los coches

Emilio había bajado más temprano que su esposa y su hijo a pesar de haberse desvelado por la noche cuidando de Terrence junto a Alejandrina, la salud de su hijo lo preocupaba, deseaba poder hacerle sentir que él nunca se iría de su lado, pero parecía que siempre había algo que complicaba las cosas

El Ceo se encontraba en su despacho perfectamente vestido en un costoso traje azul a cuadros y una camisa blanca cuándo su padre el Ceo Gerald entró

Buenos días hijo, ¿cómo amaneció nuestro pequeño Terrence? ¿se encuentra mejor de salud?

Si papá, el está mejor, ya no tiene fiebre, y pudo dormir tranquilo por la madrugada, dejé que Alejandrina durmiera un poco más, de quedó cuidándolo toda la noche

Respecto a tu esposa, yo... tú madre y yo
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