He oído que la gente puede cambiar de la noche a la mañana.
Nunca lo creí posible hasta ese verano. Gasolina, aceite, trapos sucios, grasa, líquido de transmisión. . . el olor indeleble del taller. Ya ni siquiera lo noto. No veo el negro bajo mis uñas que nunca se lava completamente. Es mi vida, y nunca la había cuestionado hasta ese día.
—P&aacu