Capítulo XI: Despedida, Parte I...
Los días fueron pasando, Cecilia estaba viviendo bien en la casa de los Escalante siendo cuidada y mimada por sus siervos y cuando pasaba sus tardes en el palacio por Mariana, que día con día se debilitaba más y más, y a pesar de ser verano y que el calor era bastante abrasador, ella tenía que usar chales y capas abrigadas.
-Doña Mariana creo que debemos entrar al palacio
-Gracias por preocuparte por mí, mi querida Cecilia – acariciando aquella carita
-Su majestad usted ha sido como una madre, es claro que debo preocuparme
Mariana le dedica una sonrisa a Cecilia, desde la distancia Alfonso observa y un suspiro resignado escapa de sus labios.
-¿Pasa algo? – diciendo Diego mientras se acerca
-Pasa, querido hermano…que no acepto el castigo que Dios me ha enviado, he sido un buen monarca, un excelente esposo, nunca tuve amantes por más mujeres bellas que me presentaron y más campañas militares que he liderado lejos de mi esposa, pero Dios, me ha castigado…quitándome a mi tesoro más precia