- Hola Dudi, ¿has visto qué hora es? ¡Hoy es domingo!
- ¿María puede salir hoy con los niños?
- Puedo, pero ¿cuál es la necesidad de llamarme a esta hora de la mañana?
- Ninguno, pero como estaba despierto, ¡quería despertarte también! Mis padres van a salir y pensé que prepararíamos el almuerzo aquí.
- Está bien, luego llegamos, besos ...
María miró su reloj y se levantó, se preparó y se sentó en el suelo a leer. Dos horas después de que ella estuvo allí, la puerta se abrió lentamente, apareciendo gradualmente dos cabecitas. Cerró el libro y se arrodilló frente a la puerta, sonriendo. Los dos entraron y la tiraron al suelo.
- ¡Buenos días, Mary! - Morgana entrando a la habitación.
- ¡Buen día ni