Vincenzo
Estaba terminando de recoger para irme a casa cuando Daniela, la chica a la que me había ofrecido a ayudar, entró en la oficina.
- Sr. Vincenzo, ¿puedo hablar con usted?
- Sí... Pase y siéntese en el sillón. - Dije y volví a sentarme.
- He pensado en su oferta y lo siento, pero voy a rechazarla, me ha gustado trabajar aquí, me he quedado como bailarina y lo estoy disfrutando..." dijo.
- Bueno... si te gusta y quieres quedarte, no puedo hacer nada más por ti... ya que has dejado muy clara tu decisión. - Le dije.
- Pensé que sería malo, pero no fue así, acabé disfrutando bailando y encantando a los hombres con mi baile. Me siento deseada, me siento poderosa y confieso que esto es lo que quiero.
- Así es Daniela... Solo espero que no te arrepientas de haber rechazado mi oferta... - Dije levantándome... - Ahora me tengo que ir, y espero que realmente sepas lo que estás eligiendo para tu vida chica.
- Lo sé... y sabes... me gustaría que me vieras bailar algún día... - dijo.
- No l