Capítulo 2: Galletas y miel

Al día siguiente, Lucy despertó en casa de Ryan, estaba en ropa interior, así que asumió haber dormido con Ryan el día anterior, mientras Lucy se hacía ideas de cómo lidiar en el trabajo con esto, Ryan apareció.

—¿Cómo te gusta el café? —decía con tranquilidad.

—americano, oye Ryan, no recuerdo lo que paso anoche, pero espero que no afecte en nuestro trabajo…—Ryan la interrumpió entre risas.

—No paso nada entre nosotros, bueno en realidad, me vomitaste encima, también te vomitaste, así que comenzaste a quitarte la ropa y yo la puse en la lavadora—todo esto mientras Lucy se ponía extremadamente roja—no te preocupes ya está seca, levántate y desayunemos.

Ryan se fue y Lucy fue a ponerse su ropa, algo decepcionada por lo que paso y lo que no; Lucy siguió su fin de semana con normalidad, en otras palabras, aburrida. El lunes en un receso de Lucy pudo ver a Liam, en una de las mesas del comedor, tenía días sin verlo, se quedó observándolo un momento.

—oye, cierra la boca se te está saliendo la baba—decía una voz desconocida mientras Lucy asustada miraba hacia ella.

—Ana, me asustaste, solo estaba tratando se saber que galletas estaba comiendo, se ven muy buenas—decía desinteresada.

—No intentes fingir, solo te daré un consejo aléjate de ese tipo, es un idiota, solo tendrá sexo contigo y te dejara, así es él—decía Ana mientras se alejaba.

Lucy no escucho a Ana, en su lugar, empezó a pensar en cuales serían los verdaderos sentimientos de alguien obligado a servir a los deseos de su padre, alguien que se veía muy serio quizá estaba triste.

La semana paso rápidamente, Lucy tomo la rutina de observar a Liam en su descanso, siempre comiéndose una galleta, cuando volvió a su escritorio Dayana estaba en su lugar.

—Oye vine a contarte algo interesante, ¿sabes que Ana siempre apoyaba a Liam cuando se habla de él?

—Creo que sí

—Pues descubrí que esta semana durmieron juntos, ahora él la ignora y ella lo odia a morir—exclamaba con entusiasmo Dayana—quise contártelo antes, pero Ana siempre estaba cerca, pero justo ahora está en una reunión con Liam, me pregunto que pasara ahora.

—¿Tú sabes con cuantas chicas de la empresa ha dormido?

—Realmente no, pero en este departamento, solo hay 4 chicas con las que no ha dormido, y tú y yo somos parte de ese grupo.

Lucy se quedó muy sorprendida al saber eso.

—¿Por qué no has dormido con él?

—En primer lugar, tengo una pareja estable, lo amo y no lo dejaría por una noche con un niño rico, además no es de mi tipo.

Antes de que alguna dijera algo más apareció Ana, se veía molesta, así que ambas callaron y esperaron a que ella dijera algo, pero no sucedió.

Cuando casi era de salida Ryan apareció frente a Lucy.

—Lucy, disculpa no haber hablado contigo estos días, yo no sabía como hablar de una situación, podemos ¿hablar en la salida o quieres salir a cenar?

Ella lo veía con intriga y vergüenza, al darse cuenta de que esta semana no noto su lejanía y no entendía de que hablaba.

—Claro me parece bien la cena, tenía ganas de salir de algún lugar, solo termino este documento.

—Entonces te esperó afuera— decía mientras se retiraba muy feliz.

Lucy termino el documento, se despidió de sus amigas y fue al elevador, mientras pensaba que querría hablar Ryan, en el elevador entro Liam, inmediatamente Lucy comenzó a verlo y se perdió en sus ideas.

—¿Primer piso? —pregunto serio

—Sí—dijo ella, con tono nervioso, mientras pensaba en todo lo que sabía de él.

De repente el ascensor se paró bruscamente y la luz se apagó, en esos segundos Lucy se asustó y quiso tomar las barras del ascensor, pero en su lugar tomo el antebrazo de Liam, quien por impulso la abrazo, la luz de emergencia del ascensor se encendió mientras ambos estaban abrazados. Entonces Lucy fue consciente de que estaba en los brazos de Liam, asustada por la situación, pero un poco emocionada por el calor y el roce de cuerpos, Liam solo estaba asustado, ni siquiera pensó en lo que había hecho; así que estuvieron un par de minutos así.

El ascensor continúo moviéndose, así que ambos se apartaron sin decir nada, al salir había un mecánico en el primer piso, junto a un grupo pequeño de personas, entre ellos Ryan, desde fuera la escena no se veía muy bien, todos sabían que Liam es un mujeriego, fueron alrededor de 10 minutos que estuvieron en el ascensor, no parecía mucho, pero lo suficiente para que el calor los hiciera sudar y el grupo de personas pensará que Lucy fue agregada a la lista de Liam.

—Vámonos Lucy—dijo Ryan con un rostro muy serio, mientras le tomo la mano a Lucy

—Está bien—decía ella tranquila

Ambos fueron en el auto de Ryan a un pequeño restaurante de comida italiana, Ryan estuvo serio todo el camino, mientras Lucy se veía feliz, la verdadera intención de Ryan era contarle que pasaron otras cosas el día de la fiesta que él no quiso contar por vergüenza, ya que ella no lo recordaba, pero todos estos días se armó de valor para hablar con ella, sin embargo, verla salir junto a Liam de ese ascensor lo molesto mucho y ya no quería decir la verdad.

—Dime, ¿de qué querías hablar?

—Realmente lo olvide, es que estaba muy preocupado por lo que paso, solo pensé en tu seguridad y lo olvide.

—No te preocupes tanto, el técnico dijo que fue una falla que no volverá a pasar.

El mesero llego, ambos pidieron pasta, luego de un rato de silencio y la llegada de la comida, Ryan decidió hablar un poco con Lucy.

—Disfruto tu compañía, ¿podemos cenar otro día?

—Claro, cuando quieras— Lucy hablaba, pero no paraba de pensar en todo lo que había pasado con Liam, se preguntaba que pensaba él sobre ella.

—Oye, ¿por qué estabas llorando en la fiesta?

—¡Oh!, no esperaba eso… Bueno la verdad es que recordé que no soy una buena amiga, eso me afecto mucho, porque quería mucho a mi amiga, pero hice algo muy tonto y egoísta.

—Bueno, pero al menos sabes en que te equivocaste ¿verdad?

—Sí, eso creo—Lucy recordó porque no quería fijarse en más hombres, pero ya no hay vuelta atrás, tiene la idea de que esta interesada en Liam, ahora el dilema de que pasará con Ana si ella tiene alguna relación con él.

—Estás un poco callada, ¿estas segura que estas bien?

—Sí, disculpa, me distraje un poco; ¿tú tienes pareja?

—No, ¿y tú tienes novio?

—No, claro que no, me alegro, si me diera cuenta ahora de que tienes estaría muy incómoda.

Ryan la veía confundido por el repentino interés, pero feliz de saber que no tiene ninguna relación. Ambos comieron y Ryan dejo a Lucy en su casa.

—Lu, un grupo de amigos ira a un bar el domingo ¿quieres ir?

—Claro, suena bien.

—Te enviare la dirección, pasa una linda noche Lucy— decía Ryan sonriente mientras se alejaba.

El sábado paso rápido, la reunión era algo tranquila, Lucy ni siquiera sabía que hacía ahí, se alejó un momento del grupo para buscar un trago, mientras Ana quien por alguna extraña razón estaba ahí, se le acercaba.

—Vamos a una fiesta más divertida, habrá tragos deliciosos.

—No puedo, le dije a Ryan que lo acompañaría

—Vamos—La tomo del brazo, al principio Lucy se resistió, pero noto que estaba muy ebria y por temor a que le pasara algo la siguió.

Ana la llevo a una discoteca cercana, se sentaron en una mesa.

—¿Por qué me trajiste aquí? —preguntaba Lucy algo incomoda

—Dime, son amantes ¿verdad?

—¿qué? —confundida.

—Has sido muy cercana a él, dime si durmieron juntos.

Al principio Lucy pensó que Ana se refería a Ryan.

—Verás, si dormimos juntos o eso creó, pero no tuvimos sexo, además solo somos amigos, es mi primer amigo en mucho tiempo—explicaba con tranquilidad.

—No mientas, te vieron desnuda con él, además he visto como lo miras, dime la verdad ¿dormiste con Liam?

—¡Estás loca!, pensé que hablabas de Ryan, ni siquiera he hablado con él jefe en mucho tiempo y solo te acompañe porque parecías muy ebria, pero veo que no—decía molesta, mientras se acercaba a la barra.

—¿Qué le sirvo señorita?

—Puedes darme un Daiquiri por favor.

—Claro.

Lucy comenzó a beber pensando en que impresión estará dando en su nueva área, mientras un caballero bien vestido se sentaba a su lado, pero ella no miraba su rostro.

—Mmm, Daiquiri, pensé que alguien como tu pediría otra cosa—sonriendo levemente.

—¿Te conozco? —Lucy al fin se da cuenta que Liam estaba ahí. —Lo siento no sabía que estaba aquí, dígame ¿qué hace siguiéndome?

—De que hablas, yo siempre vengo a este lugar, es más pienso que estas aquí para acosarme. —exclamaba feliz.

—Se equivoca señor, me obligaron a venir, además usted es un mujeriego, por qué me interesaría en alguien como usted, quien solo deshecha a las mujeres para hacerse sentir mejor consigo mismo ya que usted no puede ser feliz.

Liam se quedo callado un momento, mientras observaba una botella de licor de la barra.

—Es cierto, no soy feliz, pero no obligo a las mujeres a dormir conmigo, ellas me lo piden, creo que tú serás la próxima en pedírmelo—decía con un tono relajado.

Lucy se puso un poco nerviosa, en sus adentros lo pensó, realmente quiso hacerlo, ya que pensó en las cualidades del hombre que tenía al lado: alto, fornido, su rostro sin imperfecciones, con una forma casi celestial; pero de repente recordó lo que paso la ultima vez que se dejo llevar por sus deseos ocultos, además sabe que Ana está interesada en Liam, no es su mejor amiga, pero algún día podría serlo, trabajan juntas y tendría que pasar lo mismo que paso con Estela.

—Nunca lo haría, puede que sea mi jefe, pero es un idiota señor. —decía mientras apartaba la mirada.

—Bueno, disculpa, entiendo que no quieras, además estoy un poco ebrio, sinceramente me pareces muy linda, esperó que lo que pasó hoy no afecte nuestro trabajo. —Sonrió mientras hacia una reverencia—me despido señorita.

Lucy estaba muy feliz por esa conversación, decidió irse a su casa, soñó con Liam y cuando volvió al trabajo volvió a ver a Liam en la cafetería comiendo galletas de miel.

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