José mostró su identificación:
—Buenos días, señor. Hemos recibido una denuncia formal de que aquí se están realizando actividades ilícitas. Por favor, acompáñenos junto con su acompañante a la comisaría para colaborar en la investigación.
Al escuchar esto, el rostro de Miguel se ensombreció completamente.
—¿Denuncia formal? ¿Actividades ilícitas? Deben estar equivocados.
—No nos equivocamos. Por favor, colaboren con la investigación.
Tratándose de la policía, por muy disgustados que estuvieran, no tuvieron más remedio que volver a la habitación para vestirse.
Poco después, Julieta y Miguel salieron vestidos, tomados de la mano.
Él sentía que José le resultaba familiar, pero no lograba recordar dónde lo había visto antes.
Andrea y Luciana observaron cómo José y sus dos colegas sacaban a Miguel y Julieta del hotel.
La recepcionista contemplaba la escena con asombro.
En su interior, admiraba a Andrea por ser implacable: ante la infidelidad del marido, directamente llamar a la policía.
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