KILLIAN
—¿Cómo es ella?La pregunta me hace apartar la mirada de la ventana, la noche me resulta tentativa, manipuladora y hostil, como la mujer que está detrás de mí. Le doy un trago a mi bebida y corro la cortina cubriendo el paisaje tétrico de Florencia a estas horas de la madrugada.—Terca, impulsiva, valiente, mordaz y manipuladora —respondo con seguridad—. Cualidades que estoy seguro heredó de ti.Mi respuesta parece agradarle, porque relaja el gesto. La rubia de ojos grises sonríe, y creo ser el primero en ver que lo hace.—Ella es mi vivo retrato, necesito que se case contigo —se pone de pie.Me quedo callado, odio la idea de estar atado a una mujer, es hermosa, mucho, de hecho, pero eso no le quita el hecho de que sea una perra, Edmon Lebedev parece que le tiene respeto aunque no lo