Callan
Desperté en el suelo, una enfermera me tomaba el pulso — ¡signos vitales normales! — anuncio.
Al instante siguiente fui sacado de la sala de operaciones, en un rápido vistazo pude ver a Sylvia y como seguían en su esfuerzo por reanimarla, una descarga más y regreso el ¡bep, bep!
No opuse resistencia, porque solo estaba ocasionando caos y necesitaban prestarle toda su atención a ella.
— Alfa Callan, por favor, agradecemos que trajera a nuestra Alfa, pero el acto que protagonizo, nos permite sacarlo de nuestro territorio, volviéndolo indeseable — ¿qué?, no sabía a qué se referían.
— ¡Momento! ¿Qué se supone, que sucedió? — le cuestione a Edward.
— Usted entró a la fuerza diciendo una sarta de incoherencias, en medio de la urgencia, cuando le daban una descarga, usted tocó a nuestra Alfa y la corriente, lo alcanzo. Por lo pronto deberá esperar aquí a que algún médico se desocupe y lo revisen.
— No, gracias, me encuentro bien.
Salí a la sala de espera donde se encontraban