Sylvia
Callan y yo estábamos abrazados y besándonos cuando Cesc y Sanc entraron a toda prisa.
— ¡Eww!, pueden dejar eso, paro otro momento — comento Sanc, me dio mucha risa.
Solté a Callan y ambos saltaron a la cama, nos fundimos en abrazos y besos.
— ¡Mamá te extrañamos mucho! — exclamo Cesc.
— Hasta ahora, no sabía que yo también necesito cariño, voy a intentar ser más afectuosa, deben ser pacientes conmigo.
— No importa como seas, mientras estés con nosotros y sepas que eres nuestra mamá.
— Espero que no hicieran enojar demasiado a la diosa Luna.
— Solo lo necesario para que estés con nosotros — afirmo Callan.
Así nos quedamos en aquella habitación, pues tenían muchas cosas que contarme, y yo necesitaba que respondieran a varias de mis preguntas, tenía recuerdos, pero solo fragmentos.
Cuando por fin terminaron de decirme sobre todo lo que había pasado, recordé algo que pasaba por alto y era que necesitaba ver y hacerme cargo de Laia.
Mis padres aparecieron como si nada