Sylvia
Mis mañanas no han cambiado mucho, creo, estando con Callan siempre despierto con la alarma, un hábito que le gusto y que no quiso cambiar por más que le dije que por mí estaba bien, amanecer enrollada a su cuerpo como si fuera una serpiente es tan revigorizante.
Hoy no lo encuentre a mi lado, hago uso del enlace mental — ¿Callan? — lo llamo, es cómo tocar a la puerta.
— En el estudio — me responde al instante.
Empiezo con mi día porque debo ir a la oficina, cosas que debo hacer antes de ausentarme para celebrar nuestra unión.
Vestida y lista, necesito despedirme de Callan, lo encuentro muy ocupado frente a su computadora y escribiendo a una velocidad increíble, al parecer le he distraído y ahora está a toda marcha, alza la vista sin dejar de escribir y sonríe.
— Solo vine a decirte que ya me voy y que tal vez llegue tarde — al tener solo asomado medio cuerpo, pretendo solo salir, pero él levanta una mano y me llama con el dedo índice.
Camino hasta el escritorio y me h