UMA.
Suspiré abrazando a Sara-Anne mientras escuchaba a nuestros lobos pelear porque Dante llevaba cosas innecessarias en su mochila. Ya era el día en el que se realizaría la misión de espionaje y todos estábamos tensos. La manada me había recibido de una forma maravillosa pero todos sabían que aún había dudas sobre mi habilidad para proteger la manada.
- ¿Sabes qué siento?. - La miro desde mi posición, ella estaba acostada sobre mí abrazándome con su cabeza en mi cuello.- Que nosotras somos sus amantes y ellos realmente son los esposos.- Me carcajeo ante sus palabras.
-Tienen el doble de nuestra edad viviendo juntos, son una pareja de ancianos amargados, de esos que odian que pisen su jardín.- Ella se carcajeó y suspiré.- Cambió mucho nuestra vida, ¿No?
Asintió y nos quedamos en silencio hasta que Dante entró corriendo a la habitación y saltó sobre nosotras en la cama y se cubrió conmigo.
- A ver si ah
<3